Ir al contenido principal

He escrito un millón de veces

He escrito un millón de veces en mi cuaderno
"de ahora en adelante aprovecharé el momento",
pero sigo sin aprenderme la lección.

Mino los días de búsquedas.
Los lleno de túneles buscando, cavando;
pero los tesoros que encuentro son tan pequeños...
Ya sé que no siempre halla más el que más busca.
-en verdad, a veces encontrar es más cuestión de suerte-
O puede que esté ahondando en el filón equivocado.

Me asusta que la oscuridad de las grutas
me haga perder la perspectiva.
-convertirme en Gollum-

Afortunadamente no me falta el sustento.
Los poemas que voy encontrando me los echo a los bolsillos.
-preciosas lembas para el alma-.
Ellos me prestan escaleras hacia la superficie,
me limpian los ojos de la arena subterránea para que otee el paisaje,
me libran del lastre que se aferra a las alas cardiacas,
me desatan de tristezas que creía enormes, fatigosas,
y me despejan el cielo
para que mi alma felina pueda retozar tranquila al sol.

Tienes toda la razón, Fernando: qué difícil es poner en práctica el Carpe Diem

Imagen creada con IA ©
Escrito el 29 de diciembre de 2004

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Maga.

    Creo que voy a imprimirmelo, que siempre resiste mas el paso del tiempo de esa forma.

    Tambien te enlazo en mi blog, que no es ni mucho menos tan interesante como el tuyo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Fernando. Te garantizo una visita para darte mi opinión personal. ¿Llevo dulces? ¿O estás de dieta como todo el mundo en esta época del año?

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu visita :) Espero aprender algo de tus poemas.

    no hace falta dulces aunque me encantan, mmm chuches... no hago dieta, ni me interesa hacerla.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.

Entradas populares de este blog

Convocatoria del 16 de enero | Este jueves, yo pongo el principio

«Denys, que vivía principalmente a través del oído, prefería escuchar un cuento a leerlo; cuando llegaba a la granja me preguntaba: ¿Tienes algún cuento?» Memorias de África, de Isak Dinesen. Todos sabemos que Karen Blixen tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong, y que Meryl Streep la encarnó exquisitamente en 'Memorias de África' como una contadora de cuentos nata, una moderna Sherezade que cautivó con sus historias al cazador y devorador de libros Denys Hatton . En el transcurso de la película, hay un momento en el que Denys solicita a Karen su primer cuento....'Cuando cuento historias a mis sobrinas en casa -lo reta la anfitriona-, una de ellas tiene que proveer la primera frase'... En esta convocatoria, os invito a emular a Karen . Para ello, he preparado una fiesta muy especial. En el salón de actos os esperan 35 Denys ansiosos por incitar a vuestras musas... Cada uno de ellos porta un número. ¿Recuerdan el número que han elegido? Pa

Jueves de doble sentido

El rico castellano está plagado de palabras con varios significados (polisémicas), como la palabra 'araña', que lo mismo es un bicho, que una planta, que una lujosa lámpara de techo. También contiene palabras que, teniendo orígenes diferentes, suenan igual pero significan cosas distintas (homónimas), como la ciudad de 'Tarifa' y la 'tarifa' de teléfono o el 'vino' de Burdeos y el excursionista que 'vino' de Burdeos...  Esta cualidad mágica de las palabras ha hecho germinar poemas, canciones, chistes y otras gamberradas más o menos maliciosas...  Y, además, por estos lares en su día permitió al dios Momo, santo patrón de la ironía, regatear la censura franquista disfrazando al Carnaval de Cádiz de Fiestas Populares; quizá por este motivo sea aquí tan venerado eso de la Polisemia y la Homonimia que, como suena un poco washisnay, en Cádi se las llama Doble Sentido, pues aquí somos mucho de poner motes. Mi reto para esta semana es jugar con ell

Soneto de la inocencia perdida

¿Dónde se fueron las nubes añiles? ¿Dónde los balones? ¿Dónde las hadas? ¿Dónde las cabelleras despeinadas por los duelos y contentos pueriles? No oigo los pájaros en los pretiles que coronan tu frente avejentada por los que te robaron de la almohada todos esos bullicios infantiles. Este mundo que gira sin sentido y vuela con dos alas que se ahuesan parece sepultar en el olvido que los niños que se van, no regresan, que las risas sin reír, se han perdido, que los llantos sin llorar, nunca cesan. Imagen creada con IA ©