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Este jueves, un relato: El ídolo

Este jueves, Judith nos invita a una fiesta por todo lo alto. Los invitados deben acudir acompañado de un ídolo sea cual fuere su categoría.



Un silencio sepulcral lo despertó en mitad de la fría noche y se alarmó ante su propia soledad. Sobre la tierra no quedaban ya ni las huellas de aquellos que a hombros hasta allí lo habían llevado, entre vítores y palmas. Se incorporó y se sorprendió al verse desnudo en mitad del páramo, desprovisto de entorchados y púrpuras. ¿Acaso todo había sido un sueño? ¿Acaso estaba soñando aún? Entonces, al llevarse las manos a la cabeza, un ramillete de marchitas hojas de laurel cayeron al suelo, trayéndolo de regreso al mundo real.

Imagen creada con IA ©

Comentarios

  1. Puramente fantástico, volado y flotante tu ídolo personal Auxi.......afectuosos saludos.....¡gran imaginación!

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    1. Gracias, Lao. Quiero que sepas que que alguien con una imaginación tan desbordante como la tuya resalte la cualidad imaginativa de mi pequeño relato es muy gratificante. Un abrazo.

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  2. Hola!
    Que bonito relato, en pocas palabras nos has contado una historia intensa, solo el recuerdo del ayer le quedara ahora.
    Gracias por participar!
    Besos

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    1. La idolatría deja muchos ídolos rotos en el camino. Confieso que al principio me quedé fuera de juego con tu propuesta. Será porque los antihéroes me llaman más la antención y espolean mucho más mi imaginación. Pero cuando divisé a ese ídolo, al ídolo caído, en un plano más metafórico, fue una iluminación. Así que muchas gracias por la arriesgada invitación, Judith. Besos.

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  3. Es precioso, Auxi. Lleno de palabras creativas y bien expresadas que hacen volar la imaginación del lector. Saludos

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  4. Estoy de acuerdo con los compañeros en que te ha quedado un relato fantástico. Un beso.

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  5. Además de interesante, tyu relato s ciñe a las cien palabras que proponía Judith

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    1. Gracias, Tracy. Je. Sí, me estoy esforzando por hacer relatos más cortos, adoptando más el formato de microrrelato que el de relato. Cuando no me pogo este límite, me extiendo excesiva e incluso cruelmente ;)

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  6. Me ha gustado mucho .... y lo "del mundo real" .. da tanto de sí. Besos.

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    1. Gracias, guapa. En verdad, ese 'mundo real' que pone punto final al relato le otorga una dosis más de ambigüedad... Besos

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  7. La vida efímera de un ídolo, al final, no queda nada, solo flores marchitas.
    Un abrazo

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    1. Así es. Muchos ídolo caídos no saben levantarse y seguir adelante. Se quedan atrás entre las flores marchitas de las que hablas. Un abrazo grande.

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  8. Suele suceder con los ídolos: Tú lo has narrado de una forma magnífica en tu relato. Idolo de barro, cree que la gloria y la fama durarán siempre y un buen día se ve sólo, despojado de todo, sumergido en la nada y sólamente una marchita corona de laurel queda como testigo mudo de lo que fué un día.
    Me ha gustado mucho tu relato, Auxi.
    Un abrazo.

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  9. Cuán efímera suelen ser algunas cosas... La fama, la idolatría, la admiración en su clímax... pero si algo de todo cuanto sostiene eso, tambalea, va a ser difícil volver a poner los pies en el suelo. De última, solo nos quedará el recuerdo de la gloria como esa corona de laureles marchita. Exquisitamente expresado!
    Besos:
    Gaby*

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  10. Algunas veces los ídolos me temo que preferirían no despertarse.
    Me gusto tu relato .
    Besos amiga.

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    1. Por eso creo que lo despertarse en su canso depende del tamaño de la costalada. Muchas gracias, Lucía. Besos grandes.

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  11. La terrible desnudez, la soledad del ídolo despertado, la realidad que le sorprende para dajarlo común humano, duró poco la frescura de esa corona de laurel.
    Con unas palabras breves y casi épicas, desmitificas y me fascinas !qué bien has desmontado al ídolo! casi me da lástima.
    Energía en esas pinceladas que expresan lo efimero con una atmósfera mágica, dorada.
    Besitos contentos.

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    1. Muchas gracias, Natalia. Que sepas que tu comentario me ha erizado el vello y me ha alegrado el corazón. Besos grandes. :_)

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  12. Ya ves tú, le cayó la corona y las rics vestiduras y se convirtió en un simple y llano mortal. Hay algunos que se visten de seda y se lo creen... pero esos nunca se dan cuenta de lo que son... o no quieren???

    Un beso y tu cafelito.

    Oé, oéeeeeeee, oé, oéeeeeeee... por fin sin el google+ te puedo comentar normal!!!

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    1. Esa pregunta creo que necesitaría un extenso debate y quizá no hallemos la respuesta.

      Me alegro que al fin puedas comentar por estos lares. Desconocía yo que G+ censurase los comentarios de ususarios ajenos a su plataforma. Al final, el blog ha viajado atrás y ha recuperado las plantillas clásicas y la vieja caja de comentarios. Se ve que los cambios implementados por Google y Blogger no han sido muy provechosos. Ellos verán.

      Mi bienvenida, sellada con un beso!

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  13. La gloria dura lo que dura el sonido de los clamores, nada...
    Muy buen texto Axi, como siempre.
    Un abrazo.

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  14. Y es que a veces la gloria no es más que un suspiro...
    Muy buena la manera con la que lo pusiste en palabras!
    Un beso!

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  15. Otro ídolo que cae y se desmorona ante los ojos de la realidad. Nada es para siempre.
    Cien palabras intensas.
    Besos!!

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    1. Ante los ojos de la realidad... muy gráfico.
      Muchas gracias! Besos también para ti!

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  16. No es cuestión de darse por vencido. Es cuestión de agarrar la pluma y a ponerse a versificar, a escribir, a historiar. O lo que se haya hecho para merecer la corona de laurel.

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    1. Cierto es. Es una sabia reflexión. La verdad es que hay ídolos de todas las pastas. Los de barro, vuelven al barro. Perduran aquellos que caen del pedestal y se recomponen para seguir peleando.

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  17. Jolín! Qué bien has contado la historia de lo efímero de la fama en tan pocas palabras, me ha encantado!
    Un beso

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  18. Contundente y claro como el agua clara... cada uno que saque sus propias conclusiones. Pero haberlos..."haylos"
    Besos

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    1. Gracias, Alfredo. La verdad es que un texto tan condensado da para muchas lecturas. Por eso me gustan tanto los microrrelatos. Besos.

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  19. Me gusta por la brevedad y la profundidad.
    Un beso.

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    1. Gracias, Fabián. Brevedad y profundidad. Profundidad. Me gusta. Un beso también para ti.

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  20. La gloria es tan efímera.... que no se si sufre más el que idolatra o el idolatrado, porque somo inestables como la marea....

    Tu relato es de un preciosismo exquisito. Sabes que contas con mi admiración. besos

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    1. Uff! Gracias, Cas! Has conseguido ponerme el vellito de punta! :_)

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Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.

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