Cuando me pongo a rebuscar entre las cosas viejas, aunque no lo haga de forma literal, aunque lo haga sólo de forma figurada, siempre aparecen papeles arrugados, anotaciones improvisadas, reflexiones inapelables y poemas inacabados que un día fueron más fuertes que yo misma. Ahora decido retomar esos textos olvidados para salvarlos de la inopia, del silencio y traerlos de nuevo a la vida, hasta aquí, hasta su líquido amniótico, donde las palabras tienen cuerpo, donde despejan el silencio y donde el hombre no las vacia ni le roban el sentido. >> Leer Papeles Viejos, en Llanuras Abisales <<
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma