[ ♬ ] Por los níveos páramos deambulo sin rumbo, sin razón y sin consuelo. En mi garganta habita hoy sólo un gañido allá donde una vez hubo palabras. El ruido del mundo barrió mi reino, me arrebató las hadas y los duendes, los huertos de fresas y los naranjos, las mariposas, las polillas, los elefantes. A la puerta de los libros de poemas mendigo a las musas transeúntes, esperando atesorar la gran fortuna que un día abonará mi regreso a Ítaca. Poema incitado por Mariam. Gracias, amiga. Imagen creada con IA ©