Tanto tiempo caminé sobre el alambre, tantas piruetas ejecuté sobre la delgada línea que separa el fracaso de la carambola, tan descabelladas fueron mis figuras y tan sublimes, que toda mi tercera dimensión se desprendió de mí. Se alejó revoloteando, como un enjambre de mariposas, y me dejó reducida a la categoría de personaje. Será por eso que ya no encuentro nada de mí en ningún espacio, salvo entre los surcos que las palabras roturan sobre el blancor de mis huertos. Imagen creada con IA ©
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma