Eso es todo lo que somos (salvando tres excepciones) rimbombantes consumistas, impolutos cascarones, egocéntricos planetas sin interés ni intenciones de contemplar más ombligos o vestir más pantalones que el que es nuestro propio. Herméticos cascarones. Crudos buitres egipcios ocultos en los rincones, tras las pantallas de plasma, para darnos atracones con las miserias ajenas, desviando atenciones de la verdad de este mundo acotado en divisiones -cual una liga de fútbol- según cuentes tus millones. Y mientras el rico vive, el pobre se lo propone lejos del cristal pulido de nuestras televisiones sin fastidiarnos el día. Sólo eso: cascarones, sin defectos aparentes, sin mancha, sin poluciones, vestidos con tal riqueza y con tantas atenciones que a veces nos olvidamos -y no nos faltan razones- que vacíos no seríamos más que tristes cascarones "The Egg" de Tbd1, en DeviantArt ( link ) Texto con todos los derechos reservados ©
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma