Este jueves vamos de visita turística por los cementerios en compañía de Charo, nuestra anfitriona, y de Mario, ideador de esta deliciosa maldad... Más itinerarios en casa de Charo . La cafetera humeaba sobre el fuego y el olor a pan tostado avanzaba reptando ya por las paredes y el techo de la cocina. Quedaba al menos dos horas para que amaneciese, pero Martino estaba a punto de acabar su día; no en vano, llevaba años distribuyendo su rutina con el paso cambiado, mezclando los días con las noches y el insomnio con las siestas a deshoras. El golpeteo de unos nudillos en la puerta trasera interrumpió sus pesamientos y sus quehaceres. 'Ahí está el pájaro de mal agüero' refunfuñó retirando los manjares de la candela, por temor a que se requemasen a causa de la burocracia. - Buenas noches, Martino -lo saludó el pájaro de mal agüero cuando le abrió la puerta, mientras rebuscaba con ahínco entre el papeleo. - ¿Hay trabajo esta noche? - Siempre hay trabajo por la noche, Mart...
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma
que tan ciertos tus versos, y tan profundo el silencio aveces..
ResponderEliminarexcelentes..
saludos fraternos
un abrazo inmenso con el cariño de siempre
Yo tengo un abismo dentro de mi pecho...
ResponderEliminarUn abrazo de astenia primaveral...
Gracias, Adolfo. Me parecieron tan ciertos a mi también, que pensé que este poema no precisaba ni de más versos ni de más florituras. Un abrazo inmenso para ti también.
ResponderEliminarFortu, hazle un pretil de bonitos ladrillos rojos y adórnalo de macetas ;) Por cierto, te envio desde aquí un beso lleno de cafeina para que superese esa traicionera astenia y toda mi solidaridad, pues también yo sé bien lo que es eso ;)
A veces tres versos dicen más que mil palabras, lo descubrí hace tiempo y de ahí surgió uno de mis libros, "El Lenguaje Sutil". Espero que algún día consiga publicarlo, en esta vida si puede ser.
ResponderEliminarLos versos profundamente preciosos y realmente dramáticos.
Un saludo y un beso.
Gracias, Francisco. Por cierto, espero que tengas suerte con ese poemario. Por lo que he visto en tu blog, en él incluyes poemas cortos que, por cierto, no por cortos son menos dramáticos y conmovedores.
ResponderEliminarLa verdad es que a veces resulta más contundente el mensaje contenido en cuatro versos que ese mismo mensaje desarrollado en 100 versos más, pues al querer justificarlos corremos el riesgo de dispersar el mensaje.
Y del que salimos mucho más fuertes. Pero, claro, lleva su tiempo...
ResponderEliminarVainis, que no te quiero en ningún pozo, jo. Venga, niña ¿necesitas manos? aquí tienes dos dispuestas.
Te quiero mucho...
Un beso grande.
Gracias, Marian. Qué bellísimo ofrecimiento. Siempre es bueno saber que no estamos solos. Yo también te quiero mucho, cielo.
ResponderEliminar...y al final encontramos lo que el tiempo, el dolor, la tristeza, la experiencia, las alegrias y vivencias han ido dejando en nuesto ser cual poso, y es ahí dentro donde aprendes a ver los matices de la belleza que nos rodea... un auténtico placer como siempre venir aquí...gracias.
ResponderEliminarGracias a ti que, aun desde el anonimato, dejas tus huellas en mis playas con esa sensibilidad y esa belleza.
ResponderEliminarEl conjunto precisa de pocas palabras por contundente y preciso.Buen trabajo un abrazo de A.Dulac
ResponderEliminarGracias, Dulac. Ya ves, no siempre el tamaño de un poema tiene que ver con el número de versos ;)
ResponderEliminarYo tengo en el pecho un nudo immenso que me impide salir
ResponderEliminarde ese pozo profundo, pero
incluso desde ese dolor te
mando un besodeluz y un calido
abrazo porque mi silencio jamás
estuvo reñido con la ternura y
el cariño. Yo tambien te quiero
mucho Vainis no te dejes ni te
alejes de quienes tanto te esperamos (te necesitamos, hadita verde)
Maria e.e.m.
(nube sin su cielo)
(arbol despojado)
(espacio violado)
(sueño sin futuro)
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarSAbes? Yo sin embargo ahora echo de menos esa caída hacia dentro, ahora no me dejo caer. Permanecer en la superficie es fruto de un duro entrenamiento que inicias pensando que así, vivirás con menos tormetas o casi ninguna.
Un beso, del Aire...
Ches
Ches, levitar es un arte que no tiene precio. Aunque para Alicia caer fue toda una experiencia... Nunca se sabe...
ResponderEliminarMaría, guapa, cómo va ese desván. Te dejé una nota por allá hace unos días. Tengo que pasarme por casa de Mercurio, para recoger la respuesta.
Besos y abrazos a las dos.
Eso si que da vertigo...
ResponderEliminarUn beso
Me gustaria compartir esta Carta de Amor que escribí no hace mucho.
ResponderEliminar¡Cuanto anhelo alberga mi corazón! lo alimento pensando como será un abrazo tuyo en silencio, como será la cálidez de tus manos sobre mi rostro, sobre mi piel, como será escuchar el sonido de las olas de mi mar, como será contemplar el faro de San Sebastian desde mi ventana protegiendo mi espalda con tu pecho.
Quiero impregnar tu corazón con cada uno de mis pensamientos que se convierten en fragancias en aroma de jazmin, para que te llegen ahí en la distancia. Estás tan lejos y a la vez tan cerca que a veces tengo la sensación de que no son reales esos kilometros que nos separan. Seguro que es porque ya te siento, ya te vivo.
Ya vivo tu piel, sus fragancias, tus besos cálidos y humedos, ya vivo mi anocher y amanecer perdida entre tus brazos, si, ahí quiere descansar mi cabeza en tu regazo y que nos despertemos engullendonos a besos Ya estas siempre en mi y siento que llegaste a mi para refugiarme en tus brazos. Ya no necesito soñarte pues eres parte de mi.
Cada dá renazco más impregnada de ti, la primavera la vivo eterna. Deseo fervientemente que esta letras hagan la labor de crearte ilusiones para darte mañana.
Tuya, Rosa