Me siento hoy tan cansada
que no hay poemas sobre la faz del Mundo
capaz de justificar otro paso,
otro golpe de remo en este toar a la deriva.
La espesa miseria rota a mi alrededor
como un envolvente agujero negro;
su vacío devora mi ya de por sí desvaída aura
y apaga la luz
de todos mis motivos,
de todas mis cosas hermosas.
Sólo la abúlica automatización
me mantiene a salvo;
y sólo la perfección suiza de la inercia
permite que mi viejo instinto de supervivencia
siga en funcionamiento.
Esta batalla continua
consume vertiginosamente
mi nivel de combustible en sangre
y me deteriora el fuselaje del alma.
Hal, conecta el piloto automático.
Levitando en su fluido amniótico
consumiré otro largo día
mitad sombra y mitad noche,
partícula en suspensión
en plena naturaleza muerta.
que no hay poemas sobre la faz del Mundo
capaz de justificar otro paso,
otro golpe de remo en este toar a la deriva.
La espesa miseria rota a mi alrededor
como un envolvente agujero negro;
su vacío devora mi ya de por sí desvaída aura
y apaga la luz
de todos mis motivos,
de todas mis cosas hermosas.
Sólo la abúlica automatización
me mantiene a salvo;
y sólo la perfección suiza de la inercia
permite que mi viejo instinto de supervivencia
siga en funcionamiento.
Esta batalla continua
consume vertiginosamente
mi nivel de combustible en sangre
y me deteriora el fuselaje del alma.
Hal, conecta el piloto automático.
Levitando en su fluido amniótico
consumiré otro largo día
mitad sombra y mitad noche,
partícula en suspensión
en plena naturaleza muerta.
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Imagen creada con IA © |
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