Tú entra sin llamar.
Y ten por seguro
que me descubrirás
tratando con las Musas.
No en vano, un día les vendí el alma.
Por eso ahora persiguen mis pasos,
como el cobrador del frac,
y me asaltan desde todos los rincones oscuros
para ajustarme las cuentas.
Quizá la situación debiera atemorizarme.
Sin embargo, y muy a mi pesar,
dudo que lleguemos a un acuerdo razonable
sin el arbitrio de la huesuda Parca.
Y ten por seguro
que me descubrirás
tratando con las Musas.
No en vano, un día les vendí el alma.
Por eso ahora persiguen mis pasos,
como el cobrador del frac,
y me asaltan desde todos los rincones oscuros
para ajustarme las cuentas.
Quizá la situación debiera atemorizarme.
Sin embargo, y muy a mi pesar,
dudo que lleguemos a un acuerdo razonable
sin el arbitrio de la huesuda Parca.
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Imagen creada con IA © |
toc, toc.
ResponderEliminar;)
;-)
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