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Declaración de intenciones


Dudo del ciego que atisba los pecados ajenos.
Me cuido del valiente que saca pecho luciendo medallas.
Ignoro al sabio que entierra sus propios errores.
Huyo del que amasa palabras para quebrarlas luego.
Reniego de que tiene la riqueza por un bien palpable.
Me compadezco del que ingresa poemas en las cuentas de ahorro.
Detesto al que patea por su camino las cosas pequeñas.
Maldigo al que medra y prevalece anudando mordazas.

Imagen creada con IA ©

Comentarios

  1. Es un poema muy meditado, en el que sopesé mucho mis palabras. La verdad es que, con lo cortito que es, me dejó agotada...

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  2. Qué honor!!!...me siento halagada!!!.. haber merecido una réplica de tu parte y tan meditada, como decís, me deja sin palabras. Creo que lo más hermoso que le puede pasar a quien pretende esbozar un pensamiento en estos juegos de palabras que se llaman versos es sentir que de alguna manera ha conseguido afectar en algo en otra persona. y si esa persona entiende que surge en ella un nuevo pensamiento derivado de aquél...bueno, no se puede pedir nada más!!!
    Te agardezco, además, el gesto cordial de avisarme para que te visite, que, entre paréntesis, hacía ya bastante que no lo hacía - mil disculpas-

    Gracias, por todo, otra vez y prometo venir más seguido.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Hola, Mónica.
    Me alegra que mi réplica te haga tanta ilusión, porque me encantó escribirla. Hay poemas que inevitablemente despiertan ese acto reflejo y "presente del indicativo" lo hizo de forma inmediata... Ya sabes que soy un pelín visceral en estos menesteres.
    Y, en fin, que no te apures por las visitas, que yo soy la primera que soy un desastre en la materia. Por mis Llanuras Abisales podéis bucear a vuestro ritmo; aquí no hay itinerarios ni normas de circulación.
    Un besote, guapetona.

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  4. Pecados habituales...tanto como el renegar de ellos.Y alzar la poesia como voz que se opone.

    ¡¡Bravo!!

    Un abrazo

    ResponderEliminar

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Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.

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