Mi gran defecto ha sido creer que la palabra de los demás tenía tanto valor para ellos como para mi misma. Y sobre esta afirmación edifiqué yo todos mis errores. Es por esto que de ahora en adelante descreeré de cada palabra que reciba. Y es por esto que ante todos ustedes prometo no volver a prometer de ahora en adelante más nada, para que mi palabra no pueda adquirir el mismo valor que para los otros tiene la suya propia. Sorda y muda deambularé a lo largo y ancho de un mundo enlosado de palabras vacías, hermosas y sanas sólo en apariencia.
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Imagen creada con IA © |
Qué fuerte suena eso Vaini... ¿Tú muda? entonces dónde hallar la sensibilidad, dónde apoyarse cuando el mundo se llena de voces decrépitas, malsonantes y nos pegan con ruidos. Dónde encontrar la paz, la armonía, lo disconforme dibujados con palabras torneadas con emociones. Dónde se va a ir esa mujer que tanto se espera, agua llena de letras y notas que se quedan, gotas que se posan en el alma.
ResponderEliminar(No edificas errores, no hay nada que en el universo no se oiga.)
Besos a quien sólo tiene efectos y no defectos. :)
Hola: tienes un muy buen blog, volvere a visitarte.
ResponderEliminarY muy bueno prometer no volvera prometer
Muy buena música.
Saludos
No creo... ese defecto que tú llamas defecto,no lo es. Es la categoría humana de cada uno lo que varía.
ResponderEliminarNo enrases la tuya con lo bajo, no merece la pena.
Piensa siempre en seguir y seguir creciendo y creyendo.
Es mucho más hermoso.
Un beso enorme, querida Vainis. pero, muy, muy grande.
Queridas ¿Acaso no es como dijo el otro? ¿No son los límites de nuestro lenguaje los límites de nuestro mundo?
ResponderEliminarCoincido con Schweiz, y no lo creo.
lo de callar digo, no la pregunta.
ResponderEliminarBesitos.
Hay un tremendo desencanto en estas tuyas...
ResponderEliminarUn abrazo
No hay errores sin experiencias y vivencias, quizás no queridas e incluso dolorosas, pero sin esos momentos como íbamos a vivir las buenas experiencias y descubrir qué no haremos nunca más, y así poder andar sólo junto a las cosas hermosas. (Claro está si nuestra memoria no nos abandona).
ResponderEliminarUn abrazo
Y dime cual es la razón para que de tu tristeza yo me sienta algo culpable...?
ResponderEliminarLimites tienen quienes de poco saben nada, yo tengo todos los limites de todo y no sé nada...
Es por ello que la palabra silencio es mi preferida.
Un abrazo
Cuántas cosas que responder...
ResponderEliminarGracias, Miguel, por tus palabras, las cuales ya sabes que suelen dejarme sin las mismas... Agua llena de letras; me ha gustado esa definición... No te apures, que aquí nunca enmudeceré, aquí no, ante ustedes no, sólo lo haré cuando camine por ese mundo enlosado de palabras vacías... No hay palabras vacías aquí, junto a mis amigos, junto a mis ángeles de carne y hueso.
Vaya, un Ulysses que regresa a Ítaca sin olvidar lo que deja atrás. Será un placer recibirte en mis playas una vez más. Y prometo ir a tu isla a devolverte la visita.
Mariam, no sabes cuanta afinidad siento en tus palabras. En realidad, este poema no deja de estar vinculado al poema "La misma piedra" en el que canto: "los fallos que cometí fueron tan míos, tan congénitos, tan propios e innatos, que es probable que enredados se hallen al bucle helicoidal de lo genético"
Alberto, has elegido una de mis frases favoritas. Cuánto amor/odio hay entre las palabras y yo, entre la palabra y yo... Es difícil de explicar... Pero en este espacio me reconcilio con ella...
Hola, Ana. Me vendrá bien ese abrazo para curar mi desencanto.
Carver, escucho tus palabras y me escucho a mi misma tiempo atrás, cuando no estaba tan apaleada y aún no asociaba la experiencia con la derrota. Pero es cierto, qué gran bien es la memoria... Si bien, me alegraría mucho que algunos buenos recuerdos tomasen al fin el relevo a estos malos tiempos que sólo me permiten sobrevivir.
María, querida amiga, no sabes con qué ansia busco yo ese silencio. Aunque no me acabo de creer eso de que no sepas nada, no; sólo los sabios son capaces de asegurar algo así. Por cierto, me estremeció esa culpabilidad de la que hablas... Destiérrala lejos, muy lejos, pues mi tristeza aquí no es más que el veneno que yo misma extraigo de las mordeduras que me dio la vida; y sin este ejercicio de sanación sería yo tan diferente, tan imbatible, tan dura...
Hola, ola de mar...
ResponderEliminarA mi me ocurre como a tí...suelo pensar que si mi palabra tiene alto valor, pues no miento, no digo nada que no piense en realidad, intento no ofender a nadie..., pienso que los demás son iguales. Y es un gran error..., sin embargo a veces pienso en e Efecto Pigmalión..¿ lo conoces, sí? Igual si sigo tratando a los demás como pretendo que sean, con el valor que quiero que tengan, quizá un día sea así.
Pero hay algo más, si yo dejo de decir palabras sinceras, yo perderé valor ante mí.., lo que he aprendido es a ignorar muchas cosas, tantas que a veces igual ignoro por error, las doy el valor relativo, según se vayan cumpliendo.., no podria vivir pensando que todo el mundo miente. Entonces sí, terminaría como una loca, hablando sólo conmigo, y enfadada con todo el mundo...
Por nosotras mismas, merecemos dar una oportunidad a otros...
Un beso grande
Aire
"Por nosotras mismas, merecemos dar una oportunidad a otros..." Me voy a quedar con tu consejo. Si ya lo dijo Andy: la esperanza es algo bueno...
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