Este jueves vamos de visita turística por los cementerios en compañía de Charo, nuestra anfitriona, y de Mario, ideador de esta deliciosa maldad... Más itinerarios en casa de Charo . La cafetera humeaba sobre el fuego y el olor a pan tostado avanzaba reptando ya por las paredes y el techo de la cocina. Quedaba al menos dos horas para que amaneciese, pero Martino estaba a punto de acabar su día; no en vano, llevaba años distribuyendo su rutina con el paso cambiado, mezclando los días con las noches y el insomnio con las siestas a deshoras. El golpeteo de unos nudillos en la puerta trasera interrumpió sus pesamientos y sus quehaceres. 'Ahí está el pájaro de mal agüero' refunfuñó retirando los manjares de la candela, por temor a que se requemasen a causa de la burocracia. - Buenas noches, Martino -lo saludó el pájaro de mal agüero cuando le abrió la puerta, mientras rebuscaba con ahínco entre el papeleo. - ¿Hay trabajo esta noche? - Siempre hay trabajo por la noche, Mart...
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma
¡qué duro habrá sido quererlo que el corazón amerita ser canonizado!...
ResponderEliminarMe alegra tenerte de vuelta en la blogósfera!
=)
Hola, guapa. Ojalá y consiga por fin retomar mi escritura. Estos ejercicios no me vendrán mal para calentar la oratoria. Tampoco me vendrá mal retomar el reto de los jueveros ;)
EliminarMe alegra leerte de nuevo. Tú última entrada me gustó mucho y me hizo quedarme por aquí, así que me dio penita viendo pasar tanto tiempo sin nuevas actualizaciones... :)
ResponderEliminarEspero no defraudar a mis lectores y continuar escribiendo. Muchas gracias por tus palabras y por tus ánimos. Me resultan muy alentadores. Un abrazo.
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