Inicié esta convocatoria para homenajear el poder del doble sentido de las palabras, una de las armas más utilizada por los autores carnavaleros en este rincón del mundo. En el enmarañado ovillo del juego de palabras, los jueveros hemos hallado trabalenguas, críticas, metáforas, ironía y mucho humor. Con todo ello, hemos tejido historias en las que el enredo de las juguetonas palabras ha caminado en paralelo al de los textos; el resultado ha sido relatos en los que sus protagonistas son víctimas de la confusión, la contradicción, las mentiras, los secretos... En verdad, el uso que hemos hecho en este difícil reto ha sido parecido al uso del doble sentido que me lo inspiró. Y eso no deja de sorprenderme, pues los invitados han llegado a mi casa desde puntos muy distantes... Gracias a todos por acompañarme en este experimento y ayudarme a corroborar que el doble sentido de las palabras tienen un gran poder como recurso literario... Paso el testigo a Encarni, propietaria de la Bri...
Textos rescatados de las profundidades oceánicas del alma